12 de marzo de 2010 - La Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU. (CPSC) aconseja a padres y cuidadores que tengan cuidado al utilizar fulares portabebés para bebés menores de cuatro meses.
Al investigar los informes de incidentes de los últimos 20 años, la CPSC identificó y está investigando al menos 14 muertes asociadas a portabebés tipo cabestrillo, tres de ellas en 2009. Doce de las muertes afectaron a bebés menores de cuatro meses.
Los fulares portabebés pueden presentar dos tipos diferentes de riesgo de asfixia para los bebés. En los primeros meses de vida, los bebés no pueden controlar la cabeza debido a la debilidad de los músculos del cuello. El tejido del fular puede presionar la nariz y la boca del bebé, bloqueando su respiración y asfixiándolo rápidamente en uno o dos minutos. Además, cuando el fular mantiene al bebé en una posición curvada, inclinando la barbilla hacia el pecho, las vías respiratorias pueden quedar restringidas, limitando el suministro de oxígeno. El bebé no podrá gritar pidiendo ayuda y puede asfixiarse lentamente.
Muchos de los bebés que murieron con fulares eran gemelos de bajo peso, habían nacido prematuros o tenían problemas respiratorios, como un resfriado. Por lo tanto, la CPSC insta a los padres de bebés prematuros, gemelos, de salud frágil y de bajo peso a que extremen las precauciones y consulten a sus pediatras sobre el uso de arneses.
Hace dos meses, la Comisión añadió los cabestrillos a la lista de productos infantiles duraderos que requieren una norma obligatoria. Además, el personal de la CPSC está investigando activamente estos productos para determinar qué medidas adicionales pueden ser apropiadas. Hasta que se desarrolle una norma obligatoria, la CPSC está trabajando con ASTM International para completar rápidamente una norma voluntaria eficaz para los portabebés.
La CPSC recomienda a los padres y cuidadores que se aseguren de que la cara del bebé no está cubierta y es visible en todo momento para el usuario del arnés. Si se amamanta al bebé en un fular portabebés, cambie la posición del bebé después de amamantarlo para que la cabeza del bebé quede hacia arriba y alejada del fular portabebés y del cuerpo de la madre. Los padres y cuidadores deben vigilar con frecuencia al bebé que llevan en un fular portabebés.