27 de enero de 2010 - El Ayuntamiento de San Diego iniciará la próxima semana una rotación que reducirá el número de dotaciones de bomberos en aproximadamente una cuarta parte de sus parques. Una medida que se espera que ahorre 11,5 millones de dólares anuales pero que dejará a algunos barrios sin unidades capaces de extinguir un incendio.
El plan de reducción de efectivos -en virtud del cual los parques con varias dotaciones se reducirán a una sola de forma rotatoria- fue una pieza clave de los recortes presupuestarios aprobados por el Ayuntamiento el mes pasado para cerrar un déficit presupuestario de 179 millones de dólares. La mayoría de los recortes se centraron en cuestiones relacionadas con la calidad de vida, como el mantenimiento de las playas, pero los cambios en materia de bomberos podrían tener consecuencias reales de vida o muerte.
Los parques de bomberos afectados son: College Area - 62nd St. y Acorn St.; Downtown San Diego - 1st Ave. y B St.; Downtown San Diego - 8th Ave. y J Street; Golden Hill - 25th Street y Broadway; Kearny Mesa - Kearny Villa Rd. y Aero Dr.; Lincoln Park - Imperial Ave. y Willie James Jones Ave.; Midway - Midway Dr. y Kemper St.Mira Mesa - Black Mountain Rd. y Maya Linda Rd.; North Park - 32nd St. y Lincoln Ave.; Pacific Beach - Grand Ave. y Mission Blvd.; Rancho Penasquitos - Salmon River Rd. y Paseo Montalban; San Ysidro - San Ysidro Blvd. y Cottonwood Rd.; y University City - Eastgate Mall y Genesee Ave.
La ciudad ya tiene dificultades para cumplir la norma del sector de bomberos de responder al 90% de las llamadas de emergencia en menos de cinco minutos. Los bomberos de San Diego responden al 54% de las llamadas en menos de cinco minutos.
El plan prevé que hasta ocho de los 47 camiones de bomberos de la ciudad no se utilicen en un día determinado. Los bomberos de esos vehículos se utilizarían para sustituir en otros lugares a compañeros que estén de baja por enfermedad, vacaciones o lesión. Las sustituciones eliminarían la necesidad de pagar unos 11,5 millones de dólares al año en horas extraordinarias para cubrir esas vacantes.
Aunque los cambios suponen una reducción del 13% de las dotaciones y equipos de bomberos, no se cerrará ningún parque de bomberos en virtud del plan, que comienza el 6 de febrero.
El Jefe de Bomberos, Javier Mainar, nombrado en octubre para sustituir a Tracy Jarman, que se jubila, dijo que espera que los tiempos de respuesta empeoren, pero no quiso aventurar hasta qué punto.
"La seguridad pública es un poco como una póliza de seguros, esperas no tener que usarla nunca, pero cuando tiene que estar ahí tiene que estar a pleno rendimiento", dijo. "Hoy estamos reduciendo nuestra cobertura y eso no es bueno".
El objetivo de ahorro de 11,5 millones de dólares sólo puede alcanzarse apagando ocho motores cada día, pero Mainar dijo que no espera cumplirlo porque ajustará los apagones en función de la situación.
"Intentaremos acercarnos todo lo que podamos", dijo.
Frank De Clercq, responsable del sindicato de bomberos, dijo que sus miembros están preocupados por su capacidad para servir al público, pero reconoció que la ciudad no tiene más remedio que hacer los recortes.
"Nos enfrentamos a tiempos sin parangón", dijo. "La ciudad ha hecho lo que ha podido con los ingresos que tiene. ... Ahora está afectando a nuestra capacidad de servir a los ciudadanos y protegerlos. Los tiempos de respuesta y los niveles de servicio van a verse afectados".
De Clercq dijo que el plan es un golpe para los bomberos que continuamente instan a los líderes de la ciudad para financiar la construcción de un adicional de 22 estaciones de bomberos que los estudios muestran que son necesarios para cumplir con las normas nacionales de seguridad.
En concreto, el plan dará lugar a reducciones de servicio en cada una de las 13 estaciones que cuentan con varias dotaciones, normalmente un camión de bomberos y una autobomba. Tres estaciones - situadas en la zona universitaria, Mira Mesa y Rancho Penasquitos barrios - perderá permanentemente motores. Las 10 estaciones restantes perderán sus motores cada dos meses.
La autobomba, el más pequeño de los dos vehículos, lleva una manguera, agua y una bomba, y su función principal es extinguir incendios. El camión, que cuenta con escaleras y equipo especializado, se utiliza principalmente para búsqueda y rescate y evacuación de humos. Cada vehículo tiene una tripulación que incluye un paramédico y tres técnicos de emergencias médicas.
Mainar cree que puede reducir el número de motores sin que ello suponga una pérdida sustancial de servicio, ya que sólo el 3% de las llamadas que recibe el departamento son por incendios. La gran mayoría son llamadas médicas o de accidentes.
La concejala Marti Emerald, que preside la comisión de Seguridad Pública y Servicios a los Vecindarios del ayuntamiento, dijo que pedirá al jefe que informe mensualmente sobre cómo afectan los apagones a los vecindarios.
"Estamos parcheando el déficit presupuestario recortando los servicios de seguridad pública", dijo. "Esto debería preocuparnos a todos".