La fractura orbitaria, o fractura del hueso de la cuenca del ojo, es un tipo frecuente de lesión facial traumática. La cuenca del ojo, o la órbita, rodea el ojo y lo protege de fuerzas externas. El suelo y los lados nasales de la cuenca del ojo son delgados como el papel, por lo que las fracturas se producen con frecuencia en cualquier tipo de impacto que afecte a la cabeza o la cara. El borde de la cuenca del ojo es un hueso más grueso, pero aún así puede sufrir una fractura en una colisión de alto impacto o una lesión grave. Las fracturas orbitarias se producen en un 10-25% de todos los casos de fractura facial.
Fracturas del reborde orbitario
Las fracturas orbitarias pueden afectar al borde de la órbita, a su base o a ambas zonas. La fractura del reborde orbitario suele producirse con lesiones extensas o cuando un objeto impacta directamente en la cara. Las fracturas del reborde sólo se producen tras una gran fuerza, como la colisión de la cara con el salpicadero de un coche en un accidente. Las fracturas del reborde orbitario suelen ir acompañadas de otras fracturas faciales y, a veces, de lesiones cerebrales.
Los daños pueden afectar a la zona del ojo o extenderse por todo el cuerpo, dependiendo del accidente. Estos daños también pueden provocar lesiones en el músculo del ojo, el nervio óptico, los nervios de la frente y las mejillas, el conducto lagrimal y los senos paranasales, además de fracturas del reborde orbitario. Los médicos clasifican las fracturas del reborde orbitario en dos tipos: cigomáticas y frontales. Las fracturas cigomáticas afectan al borde inferior del reborde o a parte del pómulo. Las fracturas frontales afectan a la parte superior de la frente.
Fractura indirecta y directa del suelo orbitario
Una fractura indirecta del suelo orbitario es la que afecta al delgado suelo de la cuenca del ojo sin afectar al borde. El suelo puede sufrir una fisura o romperse por completo. Las fracturas indirectas del suelo pueden causar pequeños orificios que pueden atrapar partes del músculo ocular, inhibiendo el movimiento en la cuenca.
Esto puede provocar visión doble o borrosa. Estas fracturas suelen producirse cuando algo más grande que la abertura ocular golpea el ojo, como el puño de alguien o una pelota de béisbol. Cuando el borde y el suelo de la órbita se fracturan en un impacto, se habla de fractura directa del suelo de la órbita.
Causas y efectos de las fracturas orbitarias
Alrededor del 85% de las lesiones oculares traumáticas se deben a accidentes, y el 15% restante a agresiones violentas. Las causas más comunes de las fracturas orbitarias son los accidentes de coche, las lesiones deportivas, las caídas y la violencia. El número de fracturas orbitarias por accidentes de coche ha disminuido considerablemente con la llegada de los cinturones de seguridad y los airbags. Los proyectos de reparaciones domésticas y los accidentes con herramientas pueden provocar fracturas orbitarias, al igual que los trozos de madera o rocas que vuelan hacia la cara.
Las fracturas orbitarias suelen provocar hinchazón, hematomas, ojos morados y posibles zonas de hemorragia en el blanco de los ojos. Pueden provocar visión borrosa, problemas para mirar a su alrededor, que el ojo sobresalga de la órbita o parezca hundido, entumecimiento alrededor de la lesión, hinchazón y deformidad de la mejilla o la frente.
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento de una fractura orbitaria depende de su tipo y gravedad. Los médicos suelen recetar bolsas de hielo, antibióticos y descongestionantes para las fracturas pequeñas que no afectan al movimiento ocular, ya que se curan solas. Las fracturas más graves pueden requerir cirugía plástica o reconstructiva y la ayuda de un oftalmólogo para remediar la visión doble. Puede necesitar cirugía si la fractura provoca fragmentos óseos, músculos oculares atrapados o lesiones que afectan al aspecto.
El pronóstico de la mayoría de las fracturas orbitarias es bueno. Incluso las fracturas orbitarias que requieren cirugía tienen un alto porcentaje de éxito y un bajo riesgo de complicaciones o efectos secundarios adversos. Es probable que los médicos le digan que deje descansar el ojo y se abstenga de sonarse la nariz mientras se cura la fractura. Con el tratamiento adecuado, una fractura orbitaria no provoca daños a largo plazo ni permanentes.
Fuentes:
https://www.health.harvard.edu/diseases-and- conditions/eye-socket- fracture-fracture- of-the- orbit
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3324224/
https://www.hopkinsmedicine.org/healthlibrary/conditions/adult/orthopaedic_disorders/fractures_
85,P00915/