[profileleft][/profileleft]Todos hemos visto de vez en cuando a "ese" conductor en la carretera: el que parece que le sale vapor por las orejas y cuyas maniobras al volante reflejan esa mentalidad. Tal vez algunos de nosotros hayamos sido esa persona en alguna ocasión, si no más a menudo. Debemos darnos cuenta de que conducir enfadado es peligroso.
Debemos comprender los efectos que la ira tiene en nuestra conducción. Cuando estamos enfadados, nos ponemos a nosotros mismos y a los que nos rodean en una posición de mayor riesgo. Hasta hace poco, no sabíamos realmente cuánto riesgo generábamos cuando conducíamos enfadados. Gracias a un estudio reciente, ahora podemos empezar a medir los riesgos generados por la conducción agresiva fruto de la ira.
Acerca del estudio
El estudio aparece en Transportation Research Part F: Traffic Psychology and Behaviour. Los interesados en leer el resumen pueden encontrarlo aquí. El estudio fue realizado por investigadores canadienses y se centró en los conductores de Ontario. 12.830 personas completaron las encuestas entre los años 2002 y 2009. Las respuestas procedían de conductores adultos de la zona. La encuesta planteaba a los encuestados algunas preguntas sobre colisiones que pudieran haber ocurrido en los 12 meses anteriores. La encuesta también incluía preguntas sobre si esos encuestados habían conducido con algún tipo de agresividad durante ese año anterior.
Los resultados de los investigadores no son necesariamente sorprendentes, pero sí reveladores:
- El 8% de los encuestados declaró haber sufrido una colisión durante el año anterior.
- Los que habían declarado no haber sufrido agresiones mientras conducían tenían un tercio menos de probabilidades de verse implicados en una colisión que los que admitieron haber sufrido agresiones leves.
- Los conductores que declararon haber sufrido agresiones leves y graves tenían un 78% más de probabilidades de verse implicados en un accidente que los que no las sufrieron.
- El riesgo de conducir con agresiones graves se consideró equivalente al de conducir tras consumir cannabis.
Como ya se ha dicho, no es de extrañar que la ira provoque una conducción agresiva. Tampoco debería sorprender que la conducción agresiva genere un mayor riesgo de accidentes. Lo que ha sorprendido a muchos es que conducir de forma agresiva aumente tanto el riesgo de accidente. Esperemos que este estudio vaya seguido de más investigaciones para averiguar qué suele desencadenar la ira y la agresividad en los conductores.
Conducción agresiva y responsabilidad potencial
La conducción agresiva conduce a malas decisiones. Las malas decisiones provocan accidentes. Los accidentes provocan lesiones graves o algo peor. Si provocas un accidente de este tipo debido a una conducción agresiva o a cualquier otra forma de negligencia, podrías enfrentarte a una importante responsabilidad económica. Por lo tanto, si se da cuenta de que está enfadado antes de ponerse al volante o cuando ya está conduciendo, haga lo necesario para eliminar ese estado emocional. Los conductores deben mantener la calma y pensar con la mayor claridad posible.
Si usted o alguien que usted ama ha sido lesionado por manejar agresivamente, usted necesita tomar acción para proteger sus derechos legales. Póngase en contacto con un abogado de accidentes automovilísticos en San Diego en Gomez Trial Attorneys hoy para una evaluación gratuita de su caso.